Emprendedor y autor de: Está todo por hacer
Hace un año más o menos me enteré de que había ganado el premio de los Príncipes de Asturias y de Girona “Impulsa Empresa 2010″. Fue una sensación que voy a recordar siempre: Por un lado de felicidad enorme, de querer colgar para llamar a mi madre, amigos….. y de incertidumbre al no entender muy bien qué relevancia tendría esa llamada en lo que hiciese los próximos años.
El día del premio intenté ser lo más abierto posible en la conferencia donde expliqué como se creó eyeOS y como veo el ser “emprendedor” en un país como el nuestro y fruto de esa charla salió la posibilidad de hacer algo que en muchos momentos, normalmente bromeando, algunas personas me habían dicho: Deberías escribir un libro. En ese caso fue Felipe quien me lo dijo después de escuchar el discurso y mi reacción fue (no la puedo controlar) la misma que tenía cuando me lo habían dicho antes: Reírme y decir que yo no era nadie para escribir nada.
Y por esas casualidades de la vida, contándole la anécdota a una periodista que estaba escribiendo un libro donde yo salía como ejemplo y me comentó que debía hablar con el director de su editorial: Jordi Nadal, director dePlataforma. En sólo 15 minutos de charlar con él y conocer a Jose, a Carol y al resto del equipo de Plataforma… me dijo que me pusiera a escribir, y que cuando no supiera como conectar capítulos, ideas, me podría ayudar Albert Figueras, profesor de la universidad, que había escrito muchos libros…
Y 8 meses, un montón de noches escribiendo y releyendo y molestando a Albert después… se ha puesto a la venta Está todo por hacer (Cuando el mundo se derrumbe, hazte emprendedor).
En el libro trato de contar el proceso entre que tenemos una idea y esa idea triunfa o muere. Todo el mundo tiene ideas y la mayoría de personas también excusas para no empezarlas. Realmente, el objetivo es que después de leer el libro haya muchos más candidatos a ganar ese y otros premios. Y es que si esperamos que de la crisis nos saquen los políticos vamos mal, hijo.
No puedo describir la sensación que tuve cuando llegué a la oficina y me habían mandado de plataforma los primeros ejemplares impresos del libro. Lo que hasta hacía unas semanas era un archivo de Word en el iMac se había convertido en un realidad… Y de golpe, el miedo a que no gustara y a no poder cambiar nada.
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